jueves, 8 de diciembre de 2011

Material interesante sobre Gadamer y el arte.




Bien, a pesar de adelantarme un poco al ritmo de las sesiones, sabemos que después de la sesión del martes que viene nos encontraremos en los albores de las últimas preguntas por el valor cognitivo del arte. Con esta perspectiva, he pensado que quizás (para darle un poco de vida al blog) estaría bien subir un poco de material complementario acerca de la reflexión gadameriana sobre el arte, y puesto que he encontrado un libro que me parece bastante interesante, he decidido compartirlo con vosotros.

La temática, supongo, viene enlazada con lo que  tratará cuando se meta de lleno en la última parte del primer bloque, rescatando nociones como el juego, la fiesta y el símbolo para el significado hermenéutico del arte (dentro de dos sesiones, previsiblemente). Se trata del libro La actualidad de lo bello (1977), en el que Gadamer trata de trazar un puente entre la tradición artística clásica y el arte moderno.  En principio, parece un libro sugerente que valora alguna de las nociones a las que llegaremos pronto  desde una perspectiva relativamente independiente de la forma en que va a abordarlas Verdad y Método. Así pues, ahora que estamos trazando la panorámica gadameriana del arte, invito a su lectura con una parte de la introducción (de Rafael Argullol):

"La particu­laridad estriba en el hecho de que en La actuali­dad de lo bello no sólo intenta revisar y reapro­ximar a los supuestos adversarios, sino que extiende la onda de expansión del choque a la cultura moderna. Con armas filosóficas, Gada­mer quiere demostrar que también el arte es co­nocimiento y que, pese a los prejuicios acumula­dos por los filósofos, esta capacidad cognoscitiva es tanto más evidente en un arte no referencial (o sólo referido a sí mismo) como el arte moder­no. El puente al que aludíamos se convierte, en cierto modo, en un doble puente: el que debe unir lo antiguo a lo moderno, y el que debe facilitar la circulación entre la filosofía y el arte. La ca­pacidad constructora de Gadamer, así como, todo hay que decirlo, el optimismo con que desarro­lla su labor, hace que frecuentemente nos olvi­demos, nosotros y él, del vacío que debe ser su­perado."


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Bueno, nada más. Hay otras cosas interesantes que ya iré poniendo si interesa.

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